Ya nos avisó Wilde sobre la
importancia de ser serio (o llamarse Ernesto), que en inglés suena muy, muy
parecido. Tal vez por eso, cuando el pasado sábado, mi amiga LMM me
llamó para invitarme a un “evento”, me hice la remolona antes de darle el “sí”,
pero acepté por aquello de que no estábamos hablando de cualquier cosa, sino de
un “evento” (¡pordios!).
Comprendan que cuando alguien rompe
tu paz intrínseca (que diría Victoria A.) y te dice: «Udaberri, coleguita, mañana te vienes conmigo a un evento que
últimamente estás muy perdida», una
se hace más preguntas que Aristóteles. Y no, no piensen que me inquietó ese
disparar a puerta tan peculiar de mi amiga que bien conozco, lo que realmente
me preocupó fue que me dijese “últimamente”. Eso me produjo más inquietud que
las comparecencias de Soraya, la mirada perdonavidas de Urdangarín, las travesuras
legales de Garzón o los publirreportajes de Fraga (que para el caso...).
Y es que en verdad, si lo pienso,
“últimamente” los eventos más interesantes de mi vida, ocurren cuando me pongo
el pijama; quiero decir: “últimamente”, las cosas más interesantes de mi vida
son mis sueños.
Así que el domingo por la mañana, con más expectativas que la Carrá en su fiesta, me
fui de “evento” a ver si me encontraba, pero ni por esas. Cuatro croquetas
frías (y gracias, para la crisis que
corre) en un acto puramente comercial y exento de interés, incluso para sus
organizadores. Vamos, lo habitual. Nada que ver con la Carrá, nada que ver.
A mediodía llegué a casa (esta mi comunidad) y fue aquí donde
empezaron los auténticos “eventos”. Pero EVENTOS-EVENTOS (con mayúsculas), con
su notoriedad y su claro posicionamiento. ¡Y que tiemblen las empresas de
comunicación!
El portero subió a avisarnos de
que había estallado una tubería en el sótano, que cogiéramos agua porque la cortaría
a las cuatro de tarde; hasta aquí, nada de particular, si no fuera porque vivo
donde vivo.
Cuando a media tarde JCH y yo
salimos a pasear un poco, el cartel del portero en la puerta de su chiscón nos
dejó “eventualmente” boquiabiertos. Tal como estaba lo reproduzco:
SE AVISA A LOS VECINOS (de)* QUE A LAS CUATRO DE HOY CORTARÉ EL AGUA. HABRÁ DE NUEVO AGUA ENTRE LAS DIEZ Y LAS DOCE DE LA NOCHE. MAÑANA LUNES SABREMOS ALGO MÁS.
HOY ABRE EL CORTE INGLÉS.
El portero.
Y hasta aquí esta historia porque
nada de lo que añada podrá superar tanto realismo mágico.
El lunes, aparte de la muerte de
Fraga (de quién no hablaré porque ya le sufrí como profesor en la carrera), el
nunca bien ponderado Sarko recibió el toisón de oro en un “evento” sin
precedentes para su republicana figura napoleónica. Tan, que el hombre parecía
hasta incómodo con el pin del vellón (qué cruz, Pilarín, qué cruz —debió decir
entre dientes)
El martes, sin necesidad de
matricularme en un máster carísimo sino escuchando al presidente de Iberia
y también del comité organizador de Fitur, el gran “evento” mundial del
turismo, alcancé a entender la enjundia del término.
Hablaba el buen hombre sobre la
importancia del turismo en la economía española, sector «que ha demostrado un nivel de resistencia a la crisis francamente potente, cualquiera que sea la razón adicional de “eventos” que se hayan podido producir en otros territorios o en otras regiones».
Atención, atención: la primavera árabe, las revueltas egipcias, las
represiones sirias, el quemarse a lo bonzo de un frutero tunecino, etc., todo
ello, como bien podemos oír, son “eventos”.
Igualmente, en esta categoría de
eventos turísticos deberíamos incluir a los capitanes de crucero que se
acercan a la costa para saludar a la mamma, con tan mala suerte que se caen
dentro de un bote salvavidas que, fíjatetúpordónde,
los lleva hasta tierra firme, se suben a una roca y desde allí, viendo cómo se
hunde el “barquito”, hablan con el práctico del puerto para pasmo del mundo
entero. (Joer, ¡qué evento!)
Foto Reuters, publicado en www.lanacion.com.ar |
La pena es que es la cosa es dramática
y ha habido muertos, que si no, la próxima vez que alguna encuesta me preguntara:
¿Y usted con quién se iría de cañas? Yo, sin dudarlo, contestaría: con el
capitán del naufragado Costa Concordia, porque si la criatura tiene guasa cuando
está serio, no imagino cuán altas cotas de creatividad pueda alcanzar yendo de parranda.
Es más, no sé por qué me temo que
como le aprieten un poco las cuerdas va a terminar diciendo que la culpa de
todo la tiene la maldición de ese powerpoint que no reenvío a 12 amigos en el
plazo de una hora.
El miércoles el gran “evento”
mundial fue el Black block (bloqueo a la SOPA, ley “Sinde” americana) o primera
huelga en Internet de Internet. En España ni se notó, pero tampoco vamos a
ponernos exquisitos, que si no hemos hecho huelga después de superar los dos
millones, los tres millones, los cuatro millones, los cinco millones, los cinco
millones cuatrocientos mil —dicen que trae la próxima EPA—, no vamos ahora a
movernos por el feisbuk, el tuiter o el gugel. ¡Gersanta!, que diría Mariano, el de Forges.
El jueves pasó sin grandes eventos
(¡afortunadamente!), y hoy viernes, el FBI (don´t
move, don´t move) ha cerrado “eventualmente” la página Megaupload (en
español, melobajotodo). Desde luego, ya me han dado el día. Como a
Anonymus, que se ha cabreado un poquito, pero lo justo, porque tampoco es
cuestión de liarla parda por la propiedad intelectual.
Total, a veces es preferible que
tu trabajo sea conocido por miles de personas que no pagan, pero te siguen, te
leen, te escuchan y te posicionan en el sector de modo que puedes vivir de
conferencias, colaboraciones o múltiples “eventos”. Porque lo normal, en
el mejor de los casos, es que el autor cobre un año después el 15%
del PVP sin IVA de su obra. No más. Y eso si le pagan. Mi último editor, Enrique de
Polanco, que no paga, abre y cierra chiringuitos magnánimamente como si fuera
el FBI.
Y mientras, en Cuba, la gente
muere por hambre de ser libres.
En fin, plantígrados con zapatos
y demás especies bípedas e implumes, os deseo una buena semana y un feliz fin
de semana, esperando, de todo corazón, que en vuestras casas haya Internet y
agua, y no os pase como a mí, que vivo en un “ay” por tanto evento y tanto
corte.
Menos mal que este domingo de
nuevo abre el Corte Inglés.
Salud, alegría y a cuidarse.
Nota:
Han pasado 39 días desde el 13 de diciembre, día de inicio de la X legislatura:
- 0 propuestas para crear empleo.
- 0 recortes sobre los privilegios de los políticos y demás clase privilegiada (lo de Montoro no cuenta hasta que no se formalice).
Seguimos esperando…
*1) La preposición "de" es mía.
2) Minuto 01:37.
Tengo una amiga a la que la invintan a cuantos eventos hay en mi ciudad y ella a su vez me invita para que la acompañe y yo me niego porque no quiero picar croquetas y demás para no engordar más de lo que estoy (y eso que me chiflan las croquetas). Me iría de cañas con Dante, para que me explicase La Divina Comedia. Mi ciudad es Compostela (no me importa decirlo por lo que voy a decir a continuación) Resulta que para el funeral de Fraga del sábado (o sea mañana) se esperan más de 60 autobuses de toda Galicia. Van a poner una pantalla gigante en la plaza del Obradoiro, va a haber gaiteiros, que tanto le gustaban a Fraga ( y a mí) y no sé porqué me da como que va a haber más gente que cuando vino el Papa Benedicto la última vez. Una vez que conoces un evento, visto uno, visto todos. Magnífico post. Buen Finde
ResponderEliminar¡Vaya post sabrosón, sabrosón! No tiene desperdicio.
ResponderEliminarA mí me gustan los eventos. Sus croquetas, su micro-lonchas de jamón transparente, el vinacho peleón... Pero sobre todo el atajo de malos actores en que nos convertimos los asistentes, sonrisa va, sonrisa viene, pretendiendo ser lo que ni siquiera queremos ser. Me quedo con el cartelito del portero: ¿El lunes sabremos algo más? ¿Sobre la vida en general? ¿Sobre los horarios del Corte Inglés?. (Aprovecho para recomendar humildemente un libro sobre la sabiduría de los porteros de edificios, entre otras cosas: 'L'élegance du hérisson', de Muriel Barbery).
Y el pedazo de repaso a la actualidad semanal que te has currado es digno de estudio en la facultad de Periodismo. Por lo que me toca, echo de menos algún comentario de los tuyos sobre Camps, su "amiguito del alma" el 'Bigotes' y el gran Ricardo Costa el 'Socarrat'. Hasta mi pobre padre, pepero hasta la médula, ha tenido que abandonar su secular costumbre de rascar el fondo de la paella para saborear el 'socarraet', el arroz pegado, requemado y, según él, el más sabroso. No puede con mis risueñas miradas.
Me apunto a las cañas con el capitán del Costa Concordia, que según cocina pidió la cena una hora después del choque. Pero nos llevamos al comandante De Falco, de la Capitanía Marítima de Livorno para que nos dé órdeneres a todos. ¡Qué hombre!
Por cierto, dan ganas de morirse para que hablen maravillas de uno mismo. Hay que joderse con los panegíricos post mortem.
Feliz semana, familia.
Interesante resumen, lo que más me llama la atención es lo del capitán del barco, si eso lo hubiéramos visto en una película, hubiéramos pensado que el guionista se había tomado un tripi. También me llamó la atención lo que escuché en la radio, al día siguiente entrevistaban a una pasajera española y su mayor preocupación era que no le había dado tiempo a recoger sus joyas. ¡que disgusto!
ResponderEliminarLa verdad es que con la crisis, aquellas presentaciones fastuosas han pasado al olvido. Hace un momento estaba trabajando, tomaba unas notas y el boli ha dejado de escribir, se me ha terminado, me lo habían dado en un evento, debe ser que les ponen una microgota de tinta, para que dure lo justo.
Y de Fraga me pregunto, ¿demócrata o adaptación al medio?
http://www.publico.es/espana/417352/minuto-de-silencio-por-las-victimas-del-franquismo-en-la-complutense
Miguel Leiva
Hola, chic@s,
ResponderEliminar¿Cómo ha ido eso fin de semana? ¿muchos eventos? El mío sin grandes alardes.
Como siempre, muchas gracias por vuestras palabras.
A Silvestre decirle que coincido con ella (y con Fraga) en lo de los gaiteros. Es una delicia pasear por cualquier ciudad asturiana o gallega y escuchar a un grupo de gaiteros. Parecen que cambian el paisaje. De mi vida en Santander, recuerdo mucho esas escapadas asturianas que me hacía y los grupos de gaiteros en cualquier esquina enriqueciendo los paseos de la gente y las sidrinas. Un auténtico placer para cualquiera (incluso para los poco sensibles).
De lo eventos con tu amiga, Silvestre, estoy contigo en lo de las croquetas que engordan. Pero si solo es por la croqueta, mejor no ir, normalmente están frías y "revenías", pero si hay espectáculo, exposición o cualquier acto cultural, aprovéchate de las empresas que lo pagan; además la persona a cargo del departamento de comunicación te lo agradecerá sobremanera, no imaginas que mal rollo entra cuando se organiza un evento y no se alcanzan las expectativas de asistencia (especialmente de medios, eso es lo peor).
A Lola darle las gracias por su cordura. tienes toda la razón, tenemos que llevarnos a De Falco para poner orden ¡Qué hombre!
De Camps... ¿de Camps? Pues qué puedo decirte... Hay personajes con los que todavía necesito distancia para hablar de ellos sin ser demasiado vehemente, son demasiado extremas las enormes ganas de vomitar que me producen; y este tiparraco y su pandilla entran en esa categoría.
Será que tengo el vómito como la risa, muy fácil, pero es que no puedo con cierta gente, no puedo... eso sí, todo es cuestión de tiempo.
Por el momento me quedo con un estupendo comentario de un lector que leí en un periódico (no recuerdo cuál) respecto a las grabaciones de la Gürtel. Decía el lector que a Camps, al bigotes, a Costa, a todos ellos había que meterlos en la cárcel no solo por robar sino por lo empalagosos que eran con tanto "te quiero", "Y yo a ti más".
Pues yo opino exactamente lo mismo. Dan ganas de vomitar de tanto unte y de tanto "te quiero" (recomiendo escuchar las grabaciones del juicio, a pesar del malestar de estómago posterior).
El problema es que finalmente a este chorizo con cara de chapero con traje (Lola, entiendes ahora por qué no escribo sobre Camps, es que me enciendo y sale el aberroncho que llevo dentro de mí). Decía que finalmente este mangante se irá de rositas o con escasa pena por los defectos de forma de la investigación (las escuchas de Garzón). Todo me resulta tan perverso que todavía no ando con humor para acercarme a este tema, pero llegará, ya llegará.
Y de Fraga, pues me hago las mismas preguntas que Leiva ¿Demócrata convencido o adaptación al medio? En cualquier caso, hizo su papel en cada momento. Dicen que en Galicia lo hizo con rigor, calidad y convencimiento de su galleguía. Silvestre nos puede contar más, seguro.
En fin, chicos, antes de despedirme os diré que ayer me fui a pasear por el nuevo Ayuntamiento de Madrid. Mi opinión del lugar, bastante similar a la de la gente que por allí rondaba: ¡Cuánto derroche! ¡Qué bárbaro! Sigue siendo más bonito por fuera que por dentro, sigue estando mejor rematado por fuera que por dentro, sigue y mucho me temo que seguirá siendo un derroche en su empeño de organizar esas exposiciones que tango gustan a los gobiernos mayoritarios, a las empresas públicas o al Instituto Cervantes (este sí que merece una entrada, más ahora que Vargas Llosa les ha negado por segunda vez).
¡Cuanto derroche! De seguro que lo mejor de lo que allí se ve, debieron de ser las croquetas con que inauguraron el evento, porque vaya tomadura de pelo eso de las exposiciones de cuatro fotos en blanco y negro, música de fondo y tres focos de colores (Nueva York 11-S, Ciudades ocasionales, habitantes y paseantes, y rehabilitación del edificio). Será que no estoy capacitada para asimilar tanto arte.
Que tengáis muy buena semana. Seguimos platicando entre evento y evento.
En la Naturaleza los únicos animales que sobreviven con el tiempo son los que se van adaptando al medio. Son los que evolucionan. Los que saben cambiar a tiempo. Fraga fue evolucionando con el tiempo y cuando hubo que cambiar pues se cambió. Fraga traía a todos sus conselleiros de punta. Me contaron una vez una anécdota y era que fueron un día a comer a un restaurante Fraga y varios políticos. Los políticos con las cartas del Menú se pusieron dubitativos que qué marisco pedir. Se pusieron a decir en alto pues podemos pedir nécoras para todos y unos percebes...etc En esto dice Fraga "nada de eso: pulpo y carne asada para todos". Nadie rechistó. Pero la cosa según me dijeron varias veces es que el que comiese con Fraga apenas podía hablar porque tenía que comer apurado y rápido porque Fraga comía siempre a mucha velocidad y tan pronto como terminaba se levantaba de la mesa y todos con él se tenían que ir
ResponderEliminarEl hijo del político gallego que ya murió, Pío Cabanillas, y que también se llama como su padre (y fue Ministro portavoz con Aznar), contó un día una anécdota que tuvo su padre con Fraga. Por lo visto eran elecciones, iban Fraga y Pío Cabanillas de pueblo en pueblo dando mítines aquí en Galicia y hacía un calor enorme y a la hora de comer en vez de comer decidieron darse un chapuzón en la playa. Como no tenían bañador se bañaron desnudos. En esto llegan a la playa unas monjas con unas niñas más bien pequeñas. Entonces ellos salieron del agua teniendo que pasar, para coger sus ropas, por donde estaban las niñas y las monjas y Fraga con sus manos se tapó sus partes entonces Pío Cabanillas le gritó: "Manuel tápate la cara que por ahí no te van a conocer"
ResponderEliminarMe acuerdo ahora mejor. Dijo Pío Cabanillas: "Manuel tapa la cara que es por donde te conocen" Creo que fue así es que quiero ser precisa y la memoria ya sabéis como hace
ResponderEliminarEnorme servicio a la humanidad, El Corte Inglés, uno de los mejores sitios donde mear gratis.
ResponderEliminarEl ayuntamiento de Madrid, en Cibeles, tampoco es mal sitio para dejarles un regalo.
Silvestre, mil gracias por las anécdotas sobre Fraga, creo que ilustran muy bien el talante de la persona.
ResponderEliminarMil gracias y mil disculpas por no haber respondido antes, me alcanza el tiempo. Me alcanza.