Óyeme con los ojos,
Ya que están tan distantes los oídos,
Y de ausentes enojos
En ecos de mi pluma mis gemidos;
Y ya que a ti no llega mi voz ruda,
Óyeme sordo, pues me quejo muda.
Sor Juana Inés de la Cruz (Sentimientos de ausente)
Esta mañana me he levantado con la extraña de sensación de tener que acabar los deberes antes de medianoche (pausa dramática). He desayunado así como agitada, con una angustia interior que me ha tenido más turbada que a un místico flipadito de centeno con hongo.
Y venga a pensar; y venga a requerirle a mi mente la iluminación de esas obligaciones que tanto y tan groseramente han confundido mi inocente despertar.
Menos mal, que con el primer té me ha llegado la inspiración: mañana es jornada de reflexión, (¡Acabáramos!), con lo que hoy debe ser el día del despiporre total (más o menos como los viernes griegos de los últimos meses).
Hala, pues vamos a ello:
Como hoy es jornada de irreflexión me pregunto irreflexivamente y con sentimiento de ausente, si el próximo gobierno cambiará de una santa (o puta vez) (me da lo mismo) la Ley del Menor, esa que tanta gente hemos firmado en contra desde la bestialidad de la muerte de Sandra Palo (17 de mayo de 2003) (es algo sobre lo que reflexiono cada vez que hay elecciones generales, ya van tres desde entonces). Y en esta me lo pregunto aún más, tras la juerga flamenca del Cuco, el Samu o el Carcaño.
También me pregunto con poca prudencia y sin aforamiento alguno, sobre la ausencia de responsabilidad penal de las irresponsabilidades de nuestros gobernantes en el ejercicio de su actuación pública. Esa “inviolabilidad” de sus personas asociadas a un cargo que les garantiza la irresponsabilidad jurídica de sus opiniones, o esa inviolabilidad de sus personas como “prerrogativa de naturaleza formal que protege la libertad personal de los representantes populares contra detenciones y procesos judiciales”, nos aclara el TS (STC 90/1985). ¡Menudo cachondeo!, ¡por favor!, y que no me venga con la guasa de que si no tuvieran estos privilegios se dedicarían a insultarse y denunciarse entre sí, en lugar de a la buena gobernanza (pausa dramática irreflexiva).
Otro clásico en mis jornadas de reflexión (o irreflexión), que levanta muchas ampollas, es la muy dudosa necesidad de un Estatuto Básico del Empleado Público (aprobado el último en el año 2007), existiendo como existe en la actualidad un Estatuto de los Trabajadores. De verdad, que alguien me convenza de por qué debe existir un estatuto específico en lugar del estatuto general de todos los currantes. ¡Y que no me vengan con los cuentos de hace dos siglos!, que el Estatuto de los Trabajadores de hoy defendería perfectamente su estabilidad laboral frente a cualquier posible tropelía fruto de un cambio de gobierno.
Y como creo que ya he sido demasiado irreflexiva, pasaré de puntillas y sin hacer mucho ruido por la última de mis irreflexiones (total, no hay más que mirar cómo lo vocean los periódicos). Me refiero a la monumental estafa de las deudas soberanas, esas con las que los estados van perdiendo su soberanía a pasos de gigante. Vamos, que nos están vendiendo por lotes en cada subasta. Y es que antes el personal con pasta gansa compraba empresas, pero ahora se lleva más agenciarse países a golpe de talonario (y agencia).
¡Qué agotadora jornada!; y eso que no hablado del paro, de la dación como pago de las hipotecas, de la monarquía, de los duques de Palma-Arena y demás chanchullos reales, de la educación, de la sanidad, de la democracia; Y eso que todavía no ha llegado la gran jornada reflexiva de mañana…
En fin, señorías y "señoríos" (que diría alguno/a) ─a ustedes les dedico hoy esta entrada─, que el pueblo llano* lo tiene muy reflexionado.
* (y con sentimiento de ausente)
Viñetas de Forges, aparecidas en El País, el 23 de octubre, 3 de agosto y 17 de noviembre de 2011.
La del funcionario es Forges, encontrada en imágenes de google, sin fechar (ya lo buscaré).
Viñetas de Forges, aparecidas en El País, el 23 de octubre, 3 de agosto y 17 de noviembre de 2011.
La del funcionario es Forges, encontrada en imágenes de google, sin fechar (ya lo buscaré).
Magnifico, no tengo nada más que añadir.
ResponderEliminarGracias.
Sin más que poder añadir, dado lo exacto del escrito, ahí van tres consejos:
ResponderEliminar1.- Comprad aceite de oliva, es el oro del futuro, y no del futuro lejano, el futuro de este año.
2.- Invertid en legumbres. Incluso pasadas de fecha, podéis hacer crema o puré con ellas.
3.- Aprended a hacer pan, se puede cocer incluso en un agujero en el suelo y un poco de leña.
Igualico igualico que decía mi abuela que hicieron muchos compatriotas años atrás.
Entended lo que queráis, yo os prevengo con todo cariñito. ¡Buen finde!.
No va mal encaminada Victoria A. porque creo que vamos a llegar a lo que ella dice. Por lo de pronto en el último Salvados salió un experto de esos diciendo que más tiempos de esa bonanza del Estado del Bienestar no se van a volver a ver y que ahora lo que prima es ahorrar y que es lo que hay que hacer. Ya sabéis que Islandia ha sido el primer país en meter en la cárcel a sus ineptos gobernantes y que por el momento no ha cundido en los demás países. Udaberry quiero decirte que este post me ha gustado mucho, mucho. Vamos, que me parece de los mejores tuyos.
ResponderEliminarEres genial Udaberri,
ResponderEliminarParece que ha ganado el pp, cuadrilla de doñitos encabezados por uno que no se sabe si va o si viene, a ver si hay suerte y nos ponen a todos en el Estatuto Básico del Empleado Público.
Yo también creo que me voy a buscar un terrenito por ahí, escondido y voy a plantar tomates.
Luisa
Hola a todos, y muchas gracias por vuestros comentarios, lo mejor de la entrada, sin duda.
ResponderEliminarEs buena idea lo del terrenito, pero, ¡cuidado!, que como nos dé a todos por lo mismo, ya os anticipo una nueva burbuja "parcelaria".
Echémosle ánimo y a ver si así la cosa se anima un poco. Si no, siempre nos queda comprar aceite, invertir en legumbres y hacer pan.
Pues eso, todos tranquilos que hay plan B.
feliz semana,
Me encanta tu blog.
ResponderEliminarMe gusta mucho el toque que le das a las cosas y esa fiiiiiina ironía, demoledora en muchas ocasiones.
Tengo esperanza, aunque solo sea por las nuevas posibilidades que traen siempre los cambios. Mucha gente está esperanzada, votantes de todos los partidos, haber si se crea un clima de optimismo que ayude a que todo mejore.
Salud y fina ironía.
Hola Udaberri,
ResponderEliminarhe llegado aquí por casualidad, buscando cosas de Malta y me ha gustado mucho lo que he leído, me he tirado un buen rato. Te seguiré a partir de ahora.
Un saludo
Hola nuevo !Anónimo! (cada vez me gusta más esta palabra), muchísimas gracias por tus halagos y tus futuras intenciones (seguir en el Refugio y Malta), esperamos no defraudarte (Malta y el Refugio).
ResponderEliminarRespeto a lo que contaba de Malta, debo actualizar un par de cosas que te comentó ahora:
1. Añadir las siguientes visitas:
---Mercado de Pescado de Marsaxlokk y mercadillo. Domingo por la mañana, interesante si conduces, podrás acercarte hasta Xrobb L-Ghagin (http://www.naturetrustmalta.org/what-we-do/natural-parks/xrobb-l-ghagin/) y a darte un bañito a la Blue grotto de Zurrieq.
Autobús número 27.
Desde Buggiva: 427 y 627.
---Templos megalíticos en Malta (http://whc.unesco.org/en/list/132/)
---Templos de Hagar qim, Mnajdra y Blue Grotto (Zurrieq). Desde Valletta 32, 34, 35, 38 y 108.
---Templos de Tarxien e Hipogeum. Desde Valletta: 11, 26 y 27.
2. Sobre el restaurante Dolce Sicilia: ha cambiado mucho y ya no es lo que era; ahora, si quieres comer muy muy casero y barato tienes cerca un pequeño local de comida para llevar (no recuerdo el nombre), también puedes comer allí pero solo hay dos mesas. Es de una familia siciliana que prepara una riquísima caponata, esta más o menos enfrente del local japonés donde vende sushi, es en la calle San Gorg, antes del cruce con Spinola, creo que muy cerca hay un cajero y una lavandería, en esa misma acera, la de la izquierda según subes, la acera del Mcdonald´s).
En fin, si vas a Malta, disfrútalo mucho, lo merece; y también siéntate un ratito en un banquito de la Balluta Bay y déjate llevar. O tómate una Cisk en cualquiera de las terrazas del paseo. Y si por casualidad te acuerdas de mí, mándame un poco de aquella energía.
Mil gracias,