Todas estas borrascas que nos suceden son señales de que presto ha de serenar el tiempo y han de sucedernos bien las cosas, porque no es posible que el mal ni el bien sean durables, y de ahí se sigue que habiendo durado mucho el mal, el bien ya está cerca.
Miguel de Cervantes. Don Quijote de la Mancha, Parte I, cap. 18.
Bueno Udaberri, la paciencia tiene un límite, vengo todos los días a verte y no estás.
ResponderEliminar¿no vas a volver a escribir nada nuevo?
No tienes corazón.