Insoportablemente YO. Insoportablemente nosotros.

Hace ya casi tres años que conocí a Germán.
Entonces yo era la directora de marketing y comunicación de una empresa inmobiliaria y Germán, la imagen comercial de la compañía. Hicimos un vídeo, varios anuncios para prensa pero, sobre todo, tuvimos muchos ratos de buena conversación. Fue en uno de estos cuando le propuse la idea. En verdad, la idea se nos apareció a ambos tras repasar algunos episodios de su vida con los que dar respuesta a mi impenitente curiosidad.

Os adelanto la contraportada del libro:
Hay pasiones a las que es mejor unirse, y el fútbol es una de ellas. La música es otra. Hay sentimientos difíciles de comprender, alegrías inabarcables, himnos con poder de oración, emociones que jamás cicatrizan. Hay pasiones que van más allá de su razón. Decía Spinoza, «el conocer es una pura pasión, es decir, un cerciorarse en el alma de la existencia y la esencia de las cosas». Como el fútbol. Como la música. Como el amor. Y solo aquellos que jamás probaron tales puros sentimientos son capaces de negar su grandeza.

Insoportablemente Yo es un recorrido novelado a través de la vida intensa y llena de experiencias de Germán «Mono» Burgos, donde se narra el sentimiento y la emoción de los hechos más memorables de su vida. Es una biografía que trasciende la anécdota de los partidos o los goles, para convertirla en razón y pasión, y así cerciorarse, cerciorarnos, como decía Spinoza, de la esencia de las cosas.

Un libro escrito para todos los apasionados del fútbol. Sean del color que sean. Pero también para aquellos que no les gusta o no entienden el sentido de este juego universal.

Insoportablemente Yo es un libro de emociones, en definitiva, una biografía novelada para comprender que, cuando se prueba, el fútbol, como la vida, es un sentimiento imparable.

Ah!!!, y lo podéis comprar desde el 18 de enero. Los que adquieran la primera edición llevarán además errata y leyenda (como debe ser en un libro que se precie). Digamos que aparece un bonito poema de un famoso escritor argentino que, ahora dicen, no es de él; bueno, lo dijeron hace unos años; el caso es que, en las últimas correcciones, se nos pasó poner junto a su nombre la bonita inscripción “falsamente atribuido a“, conque revisando, revisando, el libro entró en imprenta sin advertir que aquello faltaba ¡y se lo hemos adjudicado! ¡Qué le vamos a hacer! ¡Cosas de osos! En ediciones posteriores lo corregiremos no vaya a ser que se nos aparezca el espíritu del afamado en el próximo Halloween. Mientras... disfrutad de la buena lectura y, como dice el Monaguillo a su parroquia, ¡Duchaos que sale económico!

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