Ayer por la tarde, escuchaba la radio muy enfaenada en mis tareas domésticas, cuando aprendí lo desacertada que estaba en ese creerme una mujer normal: esto es, sencilla y sin fatalismos.
Me explico: hablaba un crítico de televisión sobre un programa llamado “Vidas de lujo” (en este punto ya debería excluirme de no ser por el hecho que deseo narrar, y porque la ciencia y la costumbre insisten en que los extremos se atraen).
El programa estaba dedicado a la excepcional una criatura "entrañable", dice su papá (de niña a mujer), que no me ha hecho nada, pero oyéndola hablar, al igual que me ocurre con el resto de seres de su mismo talante extraordinario, me recuerda mucho a los arenques y su rareza de comunicarse mediante pedos.
El caso es que en un momento determinado de la entrevista, le piden a o como sea) que describa un día normal de su vida. Y hete aquí, que tras una pausa dramática de esas que a mí me tanto me gustan, la doña (ya crecidita), responde:
—Un día de diario…Pues nada, por la mañana pinto un poco, hago deporte, intento recoger a Alejandro (su hijo), almorzamos juntos, jugamos un poco, nos metemos en la piscina todos porque hace un calor espantoso, y nadamos; estamos en la piscina dos horas, luego cenamos, y, la verdad, pues… hacemos los deberes juntos; si tenemos tiempo vemos una película y al día siguiente… Otro día. O sea, es una vida cotidiana y normal y corriente que cualquier mujer tiene con sus hijos.
¿¿¿¿Cotidiana y normal y corriente de cualquier mujer???? ¿Y entonces yo qué soy?
Pero la respuesta no se hizo esperar e irremediablemente me acordé del perro Pancho, ese que llevaba las zapatillas, el que compraba el periódico, el que iba al videoclub a comprar las películas, el que limpiaba las cosas de casa, cosía, hacía la colada… Vamos, lo normal pa’un perro.
Lo normal hasta que ganó una primitiva y se largó al mismito Miami de , a juzgar por el paisaje.
Y en esas estamos.
¡Pa´habernos matao o morío de un infarto celeblal!. ¡Y que tengan que decirnos las cosas claritas y nítidas desde Miami!. Somos muy poco conscientes de nuestra suerte en ser instruidos de este modo. Arsa y olé.
ResponderEliminarHace muchos años estuve con Chábeli en un desfile de moda. Me pareció una mujer muy inteligente y buena persona. Lo de llevar una vida normal o extravagante ¿no lo da según el dinero que una gane?
ResponderEliminar¿Pero quién es Chaveli? ¿Y el perro Pancho Primitivo?
ResponderEliminarEs que yo solo veo los documentales de la 2.
Un intelectual
Venga, venga, menos cachondeito que ya hubo una ministra como ésta, incluso se parecen físicamente, una de igualdad o algo así. Por ejemplo en el ministerio de cultura, para el PP vale tal cual, para el PSOE le das un ligero barniz de progresismo y también.
ResponderEliminarPor cierto, ahora llega un momento decisivo para nuestro país, no podéis regalar vuestro apoyo a cualquiera, yo os recomiendo que votéis a
a Chaveli
Me sumo a la propuesta de Victoria A.: "Pa´habernos matao o morío de un infarto celeblal.
ResponderEliminarA Silvestre, darle las gracias por sus aclaraciones respecto al personaje. En verdad, no dudo del coeficiente intelectual de Chabeli, o del estado de gracia en el que vive, pero creo que la criatura en estas afirmaciones ha patinado más que Yevgueni Pliúshchenko, y ya es patinar.
Al anónimo intelectual, ¿qué puedo decirle? En fin, todo tiene arreglo.
Y a Leiva, menos cachondeo, Leiva, que las damas estas cosas nos la tomamos muy en serio.
Por cierto, ¿y el aleti? ¿Qué?
¿El Atleti? ¿El Atleti? ¿Que es eso?
ResponderEliminarNi lo nombres
Otro intelectual
Silvestre Minerva me dejas anonadada.
ResponderEliminar"Chábeli es muy inteligente y buena persona".
Considerar que su vida es normal y ordinaria denota un desconocimiento del mundo extraordinario.
¿Buena persona? Estaría de acuerdo en "honrada", no mata, no roba. Pero honesta ya es otro cantar
Que bien te relacionas Silvestre, a ver si nos haces llegar unas invitaciones.
No veo los documentales, ni de la 2 ni de la 3.
Hace muchos años del episodio de Chábeli. Era la época en la que trabajaba en la moda y sí... llegué a ver muchos personajes famosos porque iba a muchos desfiles por causa de mi trabajo. Pero eso ocurrió hace muchos años y ahora estoy retirada de todo ello
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